LA «HACIENDITA» QUE CONVIRTIERON EN MERCADO DE ABASTO.-
Tal vez algunos recuerden que ese gran espacio donde se encuentra la central camionera y el mercado de abasto, hasta los años sesentas del siglo pasado era una extensión llena de maleza, al fondo un chalet afrancesado con palmeras en derredor y propiedad de aquel político serrano, el Lic. Francisco Elí Sigüenza, quien siempre aspiró incursionar en política, pero tuvo mala suerte, Se le conocía como «La Haciendita», porque en años idos fue un emporio agrícola irrigado con agua del Atoyac.
Colindaba con la vía del ferrocarril y el río Atoyac. En 1968 cuando la campaña de don Víctor Bravo Ahuja para la gubernatura de la entidad, fue invitado a un banquete en ese lugar. El candidato hizo una serie de preguntas en relación al predio, el uso y si había posibilidades de que sus propietarios lo vendieran, pues tenía en mente un gran mercado cerca de la ciudad. Sus proyectos siempre fueron en grande para beneficio de Oaxaca. Pocas palabras, pocos discursos, pocos actos de protagonismo y mucho trabajo haciendo realidad proyectos anhelados por los oaxaqueños.
Había el gran problema del tianguis que ocupada 39 manzanas en derredor de los mercados del centro y era necesario un espacio adecuado. Elí Sigüenza y su esposa se resistían en vender, pero don Víctor puso en juego todo su poder de convencimiento, los beneficios para la ciudad y además el prevenir que el espacio fuera llenado de colonias. Logró el propósito, concertando la venta en seis millones de pesos.
Luego se logró el crédito de Banobras, para construir el mercado y la central de autobuses de segunda clase, espacios para venta de abarrotes y sitio para los taxis foráneos a fin de que la nueva zona comercial comenzara a tener movimiento, como en efecto sucedió años después.
Decimos que los proyectos de don Víctor eran en grande puesto que el mismo sistema siguió para lograr lo que hoy es ciudad universitaria en 5 Señores. En un recorrido que hicimos los reporteros con el candidato señaló que ese espacio sería el adecuado para la Universidad. Logró el decreto de expropiación, el pago de indemnización que hizo le Federación y el arranque de obras por parte del CAPFCE. Por el otro lado logró que el gobierno federal donara a Oaxaca el espacio que se rescató luego de la rectificación del cauce del Atoyac y que ahí se construyeran las instalaciones del Instituto Tecnológico de Oaxaca, que anteriormente estuvieron en Aguilera en un espacio muy reducido.
De tal manera que se lograron rescatar esas extensiones de terrenos para usos de la comunidad, aun cuando siempre hubo inconformidades.
Los dirigentes de los mercados del centro al ser terminado el mercado de abasto, rotundamente dijeron que no se pasarían a ese espacio, «porque estaba muy lejos». Fue hasta la administración del gobernador don Eliseo Jiménez Ruiz y de don Jesús Martínez Alvarez, como Presidente Municipal, que se logró el cambio de los mercaderes comenzando con el tianguis y hasta la fecha en que los espacios han alcanzado precios de oro. Ni quien se acuerde de «La Haciendita», ni de quienes lograron esas obras. Fue un sexenio de mucho trabajo, el verdadero despegue de Oaxaca, con obras no con discursos mentirosos. Un trabajo que hasta hoy no ha sido superado ni lo será en muchos años. ¿Usted qué opina?. (CARLOS CERVANTES).
