Al inicio de esta página, Oaxaca-8, nos habíamos hecho el firme propósito de no ocupar un mínimo de nuestro espacio para tocar temas de: inseguridad, hechos violentos asuntos de la nota roja, o temas de política, porque aunque, quiérase o no, son asuntos que de alguna manera dañan a la sociedad o a nuestro entorno, pero sobre todo enrarecen mas el ambiente para convertir lo negativo en algo cotidiano.
Lamentablemente, hoy no podemos sustraernos y rompemos este compromiso con nosotros mismos, por que tenemos que levantar la voz y protestar por la forma fascistoide y al mismo tiempo corriente, como desde el gobierno del estado de Oaxaca se esta agrediendo a los periodistas oaxaqueños por el solo hecho de no caer en el servilismo o ser lisonjeros ante quienes han llegado a poder y que han confundido el papel de gobernantes con el de Torquemada , o que consideran que gobernar es avasallar a todo aquel ciudadano que tiene libertad de pensamiento y un poco de materia gris.
De esta manera, desde este espacio lanzamos nuestro grito de protesta y nuestro repudio por lo que, como una mala imitación de los dictados desde el centro del país, el Ejecutivo de Oaxaca arremetió desde su llamada mañanera en contra de la periodista María de los Ángeles Nivon Molano, autora de la columna Primera Línea. De esta manera, desde el Palacio de Gobierno de Oaxaca se pone en serio peligro la integridad física de la periodista, porque se convierte en una especie de línea en contra de esta dama, cuyo único pecado fue el de investigar y publicar un mentís sobre lo que se ha venido informando en relación la seguridad publica en el territorio oaxaqueño.
Lamentablemente para la triunfalista nueva administración, quienes la integran tienen la piel demasiado sensible y, creyendo que están haciendo un papel brillante, no soportan que los periodistas escriban sobre la realidad que se vive, sobre todo cuando todos los funcionarios tienen prácticamente prohibido dar información a los medios, y se ha centrado todo a una inoperante área de comunicación social.
Se dice que nunca segundas partes fueron buenas, y en el caso de Oaxaca se esta intentando hacer una burda copia de lo que se hace y se dice desde el palacio nacional, tal ves con un deseo equivoco de congraciarse con el hasta el momento hombre fuerte del país.
Oaxaca-8 no cree que las cosas vayan a cambiar, sobre todo si, como mencionamos líneas antes, se trata de una burda imitación sobre formas de gobernar. Y que se puede esperar cuando no hay imaginación, creatividad o inteligencia para construirse un estilo propio.