LOS MUSICOS DE BARRO

LOS MUSICOS DE BARRO

Como oaxaqueños debemos de reconocer el esfuerzo y méritos del filántropo, Alfredo Harp Helú ,que se ha echado a cuestas la enorme tarea de rescatar la cultura oaxaqueña, es por ello que, entre sus muchos logros está la restauración del Complejo Cultural San Pablo, hoy ya sitio de visita obligada para propios y extraños.

Oaxaca-8 estuvo ahí ,y entre otras sorpresas que vio y decidió mostrar por esta ventana al mundo, están unas figuras de músicos en tamaño natural realizados en barro cocido, y cuya expresión y rasgos logrados son en verdad una obra de arte.

¿En dónde radica su importancia?

En que en Oaxaca hay una amplia cultura musical arraigada profundamente en sus pueblos desde tiempos inmemoriales, al grado tal que, hay regiones como la Mixe donde se dice que los niños antes de aprender a hablar o escribir, aprenden y dominan el pautado y los signos musicales, desarrollan por naturaleza el oído, esto ocurre, aunque en menor escala, en otras de las ocho regiones del estado.

El tipo de música y sus ritmos cambia de región a región de acuerdo a la naturaleza misma y el medio ambiente. La música en si refleja la cultura y la forma de vida, y se quiera o no, refleja también el temperamento humano.

Lamentablemente, investigadores y especialistas ya han lanzado sus gritos de alarma ante el peligro que corre la cultura musical de nuestros pueblos por la ominosa influencia de los medios electrónicos como la radio y la televisión, así como el regreso de migrantes a sus comunidades de origen que llegan a contaminar la cultura con lo mas nocivo que aprenden en el extranjero. De continuar con esta tendencia en el rico y variado patrimonio musical, podrán destruirlo o lamentablemente desaparecerlo.

Aunado a lo anterior, es menester señalar que la avanzada edad de los músicos tradicionales y el rompimiento en la cadena natural de conocimientos entre generaciones.

A lo anterior se le puede agregar la falta de sensibilidad y empatía con el arte y la cultura de quienes nos han gobernado en los últimos tiempos, y que han optado por el enriquecimiento ilícito y exagerado, o los gastos suntuosos en campañas políticas, antes que salvar el patrimonio cultural de los pueblos.