marzo 30, 2025

Oaxaca-8

Una ventana al mundo

Oaxaca, paraíso de la informalidad

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CARPE DIEM

Oaxaca, paraíso de la informalidad

NÉSTOR Y. SÁNCHEZ ISLAS

Los reflectores nacionales están puestos en los graves problemas que tiene el país. Por un lado, la economía está en picada a pesar del billonario endeudamiento de López Obrador, la posibilidad de aplicación de aranceles a México o la lluvia de balas y sangre que no pueden detener.

Pero Oaxaca tiene los suyos. Y la informalidad es un grave cáncer que está carcomiendo las entrañas de la economía local. Los intereses mafiosos y el clientelismo electoral impiden aplicar la quimioterapia que la capital necesita para empezar a sanar.

Los números dan miedo. En el tercer trimestre de 2024, la entidad con mayor tasa de informalidad laboral de comerciantes en establecimientos fue Oaxaca con un 87%. En contraste, Chihuahua, Nuevo León o Coahuila, tuvieron tasas de entre el 33 al 35% máximo.

Este nivel de informalidad se refleja de inmediato en menor recaudación fiscal, en competencia desleal para las empresas formales, la limitación de crecimiento económico y la desigualdad que no disminuye. En pocas palabras, la informalidad es un cáncer económico y social que el gobierno no quiere atender.

En medios locales y en redes se han publicado diversas quejas sobre el descomunal aumento del cobro de derechos y permisos que el municipio de la capital está aplicando. Esto es consecuencia directa de la tolerancia a la informalidad porque el municipio descarga su ira y su hambre en la reducida base fiscal a la que tiene cautiva y de ellos debe obtener el sustento para sus casi 5 mil empleados. Así es, la nómina municipal de la capital alcanza esa cifra, entre personal de base, pensionados y de confianza de acuerdo con sus propios números.

Por un lado, la presidente Sheinbaum se esfuerza por mantener el precio de la gasolina no en los $10 prometidos por su movimiento sino en los $24 que ella necesita. Pero aquí, la hacienda municipal se sirve con la cuchara grande con aumentos de hasta el 300% en sus tarifas. La actual autoridad explica que la Ley de Ingresos que aplica es la que les dejó Martínez Neri, es decir, que esos cobros son herencia del anterior que cínicamente buscaba la reelección.

La magnitud del desfiguro fiscal se puede ejemplificar con el caso de un organizador de eventos que exhibió lo que tuvo que pagar por la autorización para la calenda de una boda: $13 mil pesos que, finalmente, quienes lo pagan son quienes eligen como destino para casarse a nuestra capital. Esta política recaudatoria hecha por tierra lo que por otro lado hacen las autoridades turísticas para atraer turismo.

El desglose era más o menos así: por tres policías viales por una hora algo así como $3500. Por la recolección de la basura después del evento, más o menos $5500, por el permiso de la calenda más de $4 mil en números redondos.

Los números desnudan la verdadera razón de la policía vial: solo es un brazo recaudatorio y de extorsión ciudadana y la recolección de basura es un carga que le cobran a los que se dejan porque no creo que le cobren a la Sección 22, a los triquis y a otros grupos que continuamente inundan las calles de basura en sus continuas marchas y plantones.

Además de ello, el incremento en los cobros de predial y licencia de funcionamiento están en desproporción respecto de los servicios que otorga una autoridad que tiene sobrerregulada la actividad económica. Solo como ejemplo, el ayuntamiento tiene registrados 680 giros comerciales, lo que denota el burocratismo de una institución que se quedó atrás en el tiempo, que es obesa, ineficiente y disfuncional, que es más un obstáculo que un factor de crecimiento, muy acorde a la visión del populismo estatista que a las necesidades actuales de una economía moderna y dinámica.

Las razones de la obesidad tanto de la economía informal como de la autoridad municipal siempre han sido políticas y no de las necesidades de la ciudad. Los problemas de la informalidad vienen de muchos años atrás y hoy le explotan al joven presidente municipal que no podrá hacer más que administrar el caos. Se sacó la rifa del tigre.

En continua tolerancia a un eterno victimismo se soporta el ambulantaje como una supuesta salida a la falta de empleo. El ayuntamiento engorda continuamente porque tiene que satisfacer a sus cinco o seis sindicatos. Usted y yo pagamos a través de elevadas contribuciones, impuestos y derechos el costo de los intereses que mueven a la clase política.

LA GRILLA.

El enfrentamiento entre el clan Jara y el Murat tiene a Oaxaca como arena y víctima de la lucha por el poder. Detrás de los problemas con los sindicatos, de la virulencia magisterial y hasta de la inseguridad está la mano de alguno de los dos clanes que, también, ambos gozan de un descomunal desprestigio. Si no fuera porque en su disputa están construyendo otra vez las condiciones para que vuelvan a destruirnos como en 2006, que sigan arañándose.

nestoryuri@yahoo.com

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